Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Campañas electorales

Los malos de la película

Imagen
Si algo ha dejado claro esta campaña electoral es que el PP no está nada convencido de la llegada de tanto inmigrante a España y que desde sus filas se les asocia con la mayoría de los grandes problemas que desde su perspectiva azotan el país. Da igual si se habla de crisis de las hipotecas, del paro y el caos en la atención médica de la Seguridad Social, tarde o temprano siempre aparece esa “quinta columna”, esos inmigrantes que han llegado a España a colapsar a este país. La historia se repite: a falta de un enemigo frente al cual aglutinar fuerzas y conseguir apoyos nada más fácil que demonizar a un sector de la población, al más vulnerable…una lección de propaganda política que a Goebbel, el célebre ministro de la Alemania nazi, le dio grandes y magníficos resultados. Pareciera que desde la visión precaria de la realidad que tanto le gusta a un sector de la sociedad española, los derechos humanos son como los recursos naturales no renovables: cuanto más se usan más se gastan, vi

La niña de Rajoy ataca de nuevo

Según los teóricos de la Comunicación Política los debates poco o nada afectan los resultados electorales sobre todo porque casi siempre el forofo que es capaz de tragarse hora y media de promesas de políticos en su mayoría es un friki de los partidos políticos y está más que convencido de por quién tiene que votar. Es decir que los debates solo sirven para reforzar simpatías (o multiplicar antipatías) y para poner nerviosos a los políticos que saben mejor que nadie que la gente es muy cruel y que siempre acabará por fijarse en detalles insignificantes y aparentemente anecdóticos para magnificarlos y…reírse a costa de ellos. Tal es el caso de la niña de Rajoy. Justo cuando nadie en España creía que el candidato del PP volvería a sacar la historia de la enigmática niña que nadie sabe si es Caperucita Roja, Ricitos de Oro, la niña del exorcista o Esperanza Aguirre (que a estas alturas viene a ser lo mismo) , volvió a la carga con ella para regocijo de los telespectadores y curiosidad de

Periodistas y políticos

Imagen
Quizá no seamos parte del star system político, y salvo excepciones, nunca figuremos en las listas electorales de los partidos políticos, pero no cabe duda de que en una democracia los periodistas cumplimos una evidente función política, muchas veces discutida y casi siempre olvidada por nosotros mismos (pero no por los propietarios de los medios de comunicación que la tienen siempre muy presente). Por falsa modestia, por temor o por la misma prisa, ama y señora de todas las salas de redacción, los periodistas pocas veces nos detenemos a pensar en el trabajo que realizamos y lo que significa para un sistema político tan vulnerable y atravesado por tantas contradicciones como la democracia. Un cuarto poder o un contrapoder, la discusión es amplia, y tiene tantas y tan variadas vertientes que la mayoría de teóricos siguen sin ponerse de acuerdo al respecto. En lo único que todos concuerdan es que los periodistas desempeñan un papel político que más que un privilegio se constituye en una

¡Mamá soy famoso!

Justo cuando estaba a punto de perder de todas las esperanzas y de apuntarme a un really show, justo cuando creía que para mi no había más esperanza que la Aguirre, es decir que estaba sumido en la desdicha más completa, justo cuando había deshechado mi sueño de ser famoso va la TVE y me saca en el telediario de la de la tarde. Durante 18 segundos –que los tengo cronometrados- miles de millones de españoles y de televidentes del canal internacional vieron mi careto. Todo un triunfo que al final, como en las buenas pelis americanas , deja clara dos lecciones: que la tele ya no es lo que era y que en estos días cualquiera sale en la pequeña pantalla, y que necesito urgentemente una cirugía plástica (porque con las pintas que llevo…) Sea como sea logré mi sueño: salí en la TV y de paso le hice una compleja y sesuda pregunta a ZP..

Mala conducta

Imagen
El PP no necesita enemigos. Él es su peor enemigo, al menos de un tiempo para acá, en que cada discurso de Mariano Rajoy y de su equipo pone los pelos de punta, al menos a un sector importante de la población. O sus líderes están muy mal aconsejados por sus asesores políticos, o poco a poco han ido haciendo un streaptease ideológico para enseñarnos sin ningún recato quiénes son en realidad y que de “moderados”, nada, que a fin de cuentas siguen siendo la derecha más rancia del mundo. Y por si alguien tenía alguna duda, la Conferencia Episcopal les echa una mano (al cuello) para sugerir, con la misma sutileza de una patada en el estómago, que es por los Superbuenos por quienes hay que votar. El PP no necesita enemigos y de eso no cabe la menor duda después de oír hablar a Rajoy de un código de “buena conducta” para los inmigrantes, que los inmigrantes por definición somos muy díscolos, ignorantes, salvajes a los que hay que civilizar, y para eso vinimos a España. A lo mejor Rajoy tien

La venganza de Hilaria

Imagen
Por fin, por fin ya casi nos han confirmado que la candidata demócrata para las elecciones de USA será Hillary, la esposa cornuda pero nunca apaleada que ha logrado compatibilizar a la perfección y con sorprendentes resultados su vida familiar y profesional para envidia de todas las mujeres del mundo que a duras penas sobreviven a la rutina diaria. Tiembla Washington, tiembla la Casa Blanca y tiembla el futuro First Gentleman Bill Clinton que a partir de ahora, según la más pura tradición política americana que siempre ha visto en las primeras damas un remake de reinas y princesitas, deberá asistir a todos los actos de beneficencia habidos y por haber, acompañar a su mujer a las cenas de galas y saludar graciosamente al público en general y en particular. Vamos que a partir de ahora Bill tendrá que ser tan modosito como han sido todas sus predecesoras, todas menos su mujer claro está, que cuando no estaban en un rastrillo o tomando el té con la Reina de Inglaterra estaban hacien

La mala envidia

Imagen
Envidia de la mala. Es lo que me dan los inmigrantes en EE UU, que por lo menos cada cuatro años se convierten en objeto de toda clase de mimos de los políticos en su carrera hacia la Casa Blanca. Afroamericanos, hispanos, asiáticos, extraterrestres…, ningún político en su sano juicio escatima esfuerzos en acercarse a estas comunidades a conocer sus problemas de primera mano –eso dicen los chavalines– y a tomarse la foto de rigor con ellos, que es lo que más me mola: me imagino al típico chinito, si es que hay un típico chinito, enviándole la foto a su abuelita en un pueblo allá en la provincia de Xinjiang, por ejemplo, y la pobre viejecita enseñando la foto de su nieto con Hillary, Obama o McCain (que con ese nombre tiene un gran porvenir en un burguer). Pues aquí el chinito ese y todos los inmigrantes lo tenemos claro: simplemente no existimos para la mayoría de los políticos. Ya se lo he explicado a mi madre, que se la pasa soñando que le envío una foto con Llamazares o Zapatero, qu