La foto de Kennedy
A los cinco años tenía la mente hecha un lío. Cada vez que abría el álbum de fotos familiar en la primera página aparecía ese señor, vestido de traje y corbata, y eternamente sonriente. A simple vista parecía que en la vida le iba bastante bien aunque mi madre un día me contó que llevaba casi diez años muerto y que lo había matado un señor “muy pero que muy malo”. Posiblemente por envidia, pensaba yo, porque además de bien parecido el señor ese tenía cara de ser el más bueno del mundo mundial. La verdad que la presencia de aquel señor me intrigaba profundamente sobre todo porque no siendo familia se había ganado el honor de estar al lado de mis abuelos, padres y de toda la manada de parientes que teníamos en ese entonces y que por fortuna seguimos teniendo. La confusión aumentaba cuando me decían que ese señor había sido presidente de Estados Unidos y que se llamaba John F. Kennedy. ¿Qué hacía un muerto, de un país lejano, con un apellido tan raro en la primera página del álbum, justo...