Sarkozy…nada personal
Sarkozy en mi familia se pronuncia frunciendo el ceño y haciendo mala cara. La culpa de todo la tiene mi madre que desde hace unos meses le cogió manía al primer ministro francés…digamos que no lo puede ver ni en pintura. “No es nada personal pero ese señor no me gusta para nada”, afirma con la absoluta convicción de quien tiene razones suficientes para hacerle la cruz alguien cada vez que aparece en televisión, en periódicos y por supuesto, en las revistas del corazón. Dice que un día de tantos mientras preparaba la comida se puso a pensar en el mandatario francés y en su agitada vida social, en sus idas y venidas con Cecilia, en su divorcio, en tanto viaje romántico, cena de gala, paseos en yate…en su boda con Carla, con sms de por medio, en su aspecto eternamente juvenil, en ese magnífico bronceado aún en pleno invierno, en su impecable apariencia “siempre tan metrosexual”, se puso a pensar en todo eso, como buena contabilista jubilada echó cuentas y llegó a una terrible conclusi...