El primer beso

 

Ese día ella decidió que tenía que darme un beso. Teníamos once años, una edad más que suficiente para, aprovechando mi visita, intentarlo. Después de todo nos conocíamos desde chiquitos y mientras viví en la casa de al lado nos pasámos tardes enteras subidos en un árbol cantando y hablando de todo lo habido y por haber, la afinidad estaba más que comprobada.  Así que sin más preámbulo mientras jugábamos en el patio decidió estamparme sin éxito un beso que no pudo ser porque me puse a correr alrededor de la tienda de campaña que habíamos instalado diciéndole que no, que yo no estaba para cochinadas de adulto. Quiso la suerte que por agitarme me entrara un ataque de asma y tuviera que parar...en un instante me estampó un beso en la mejilla y me tomó de la mano. "¡Qué bien, ahora somos novios!". Aquello fue debut y despedida porque a las cinco de la tarde en punto tenía que regresar a la casa de mi abuela, así que de la mano me fue a dejar a la parada y mientras el bus se alejaba no dejábamos de tirarnos besos y de agitar nuestras manos diciendo adiós. Total que fuimos novios una hora porque nunca más la volví a ver, de repente la vida se complicó y aquel primer beso de amor se convirtió en uno de despedida.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Manos entrelazadas

Desganada

Los Munster