Celebrar la vida

Que tenemos motivos de sobra para deprimirnos es totalmente cierto.
Que la vida nos asesta golpes de los que cuesta levantarnos, más que evidente.
Que tarde o temprano los problemas, la enfermedad y la muerte tocarán nuestra puerta, es una certeza absoluta.
A veces es todo tan triste que, al menos para distraernos, deberíamos volcarnos más en las pequeñas cosas buenas cosas que nos pasan y celebrarlo.
¿Que nos ascendieron en la oficina? ¿Que por fin pudimos cambiar de coche?¿Que con mil sacrificios nos compramos una casa? ¿Qué nos fuimos de vacaciones? ¿Qué nos dieron de alta después de una larga convalecencia? ¿Que el chiquillo de la casa aprobó el bachillerato? ¿Que cumplimos años y nos estamos volviendo cada vez más viejos? Todo, absolutamente todo habría que celebrarlo. Celebrar es un acuse de recibo que le hacemos a la Vida, le decimos que entendemos la suerte que tuvimos al conseguir lo que buscábamos, que estamos más que agradecidos y dispuestos a seguir recibiendo cosas buenas.
Ya vendrán tiempos grises.
Hoy  festejemos las pequeñas victorias.
¡Salud!



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