Las caderas de Tom Jones
Cuando Tom Jones salía por la tele el mundo de mi vieja se detenía. Daba igual que tuviera las patatas al fuego o que estuviera en mitad de una conversación importantísima, si por la pantalla aparecía el Tigre de Gales con su vozarrón, moviendo sus caderas con sensualidad, cualquier cosa podía esperar. "¡Qué hombre! ¡Qué voz! ¡Qué forma de bailar!" mi madre suspiraba y daba pasitos de baile mientras escuchaba canciones como "It's Not Unusual" "She is a Lady" "Delilah" o se emocionaba profundamente con " My yiddishe mama". Frank Sinatra era muy aburrido, Elvis Prestley demasiado joven, Demis Roussos cantaba bien pero no se meneaba como su ídolo que en cada presentación cosechaba desmayos, aplausos y los eternos elogios de mi vieja que siempre estaba a punto de declararlo "Patrimonio de la Humanidad" y de hacerlo un monumento. Imposible no pensar en ella cada vez que escucho algunas de sus canciones, imaginármela sonriendo ...