Como perder amigos en Facebook

Hacer amigos en Facebook es lo más fácil del mundo, perderlos es todavía más fácil sobre todo cuando se olvida que al igual que en todo los marcos que implican alguna interacción social requiere que se cumplan ciertas normas mínimas que aseguren una feliz “convivencia virtual”, normas que no son muy distintas de las que se aplican en la vida cotidiana; después de todo detrás del perfil hay una persona, alguien de carne y hueso –en la mayoría de los casos- con aspiraciones, problemas y manías. Y eso es algo que no hay que olvidar si queremos tener un millón de amigos en el ciberespacio.

¿Qué cosas nos molestan en nuestro mundo virtual? Es una pregunta que suelo hacer a la gente y las respuestas suelen sorprenderme sobre todo por la coincidencia:

Que nos etiqueten en fotos en las que aparecemos. En los últimos años todos nos hemos vuelto un poco paparazzi, siempre dispuestos a captar ese momento especial para colgarlo en la red y compartirlo con amigos y desconocidos. Muy entrañable para algunos pero para otros una auténtica pesadilla sobre todo si en las fotos aparecen ex parejas o son imágenes que fueron tomadas mientras estábamos borrachos como cubas. Así como en la vida real no andamos publicando fotos privadas de nuestros amigos sin su autorización, a menos que queramos terminar en los tribunales, en las redes sociales debe ser igual. Antes de subir una foto o de etiquetar,mejor preguntar.

• Que nos etiquete en imágenes en las que NO aparecemos.
(Y en las que no tenemos nada que ver). Es lo peor de lo peor: que alguien decida por ti que una imagen personal o de un negocio te pueda interesar y pase el día etiquetándote. El otro día me comentaba un colega que estaba harto de que medio mundo se cachondeara de él desde que Herbolario decidió etiquetarlo a él (y todos los fans de su empresa) en imágenes de remedios contra el estreñimiento, caída del pelo, resaca, gases estomacales, impotencia y todos los males inimaginables. Mejor no saturar a nuestros amigos y que sean ellos mismos quienes se interesen por nuestros temas.

• Que interrumpan nuestras conversaciones. Aunque sean “públicas” en el mundo virtual se realizan conversaciones en las que no estamos invitados a participar, cierto que para eso están los correos de tú a tú pero hay muchísima gente que recurre con frecuencia al muro para tratar temas sobre trabajo y su vida. Hay que saber leer entre líneas para distinguir si podemos o no participar en esas conversaciones. ¿Qué pensaría usted del invitado a una fiesta que quiere meterse en todas las conversaciones que se mantienen en todos los rincones de una casa? Lo mismo en el ciberespacio.

• Que traten temas de nuestra vida privada en el muro. Se agradece que alguien se preocupe por nuestra vida laboral pero que pongan en nuestro muro algo como “¿Tu jefe sigue siendo el mismo tonto de siempre?” es un flaco favor y puede complicarnos la vida porque siempre existe una elevada posibilidad que se entere directa o indirectamente. La regla de oro en Facebook es que se habla públicamente solo de lo que dueño del perfil habla públicamente. En caso de duda mejor hacerlo por la vía privada, es decir por un mensaje de tú a tú.

• Que nos envíen invitaciones “pa todo”. Se agradece que nos tomen en cuenta para causas nobles y para celebraciones varias pero resulta un incordio recibir diez invitaciones a la semana para unirnos a cualquier causa, sea la defensa del pino silvestre o para que le hagan un monumento a las señoras que "cuando llueve se ponen bolsas en la cabeza". Hay que invitar pero no tanto.

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