Viajes soñados
Existen dos tipos de viajes soñados. Los que una vez hicimos y dejaron su huella en nuestra mente y otros, los que aspiramos hacer algún día y por los que también sentimos nostalgia, que como decía el poeta también se puede sentir por los lugares que nunca hemos visitado. Del primero me viene a la memoria un viaje de trabajo que hice al Sahara hace un par de años, como el desierto es inimaginable para alguien que como yo viene de la exhuberancia del trópico literalmente me quedé sin palabras cuando vi kilómetros y kilómetros de dunas al amanecer.
Sencillamente no podía hablar frente a la imponencia del panorama y ante la cantidad de gente que de la nada salía a recibir a la comitiva. Niños, viejos y jóvenes emergían de la arena para recibirnos con una mezcla de curiosidad y alegría. El otro viaje soñado es que espero realizar algún día por esa África subsahariana tan grande como olvidada, quienes han estado por ahí coinciden en que ningún lugar del mundo deja una huella tan profunda en el alma. ¡Desde ya siento nostalgia por los lugares que conoceré!
Sencillamente no podía hablar frente a la imponencia del panorama y ante la cantidad de gente que de la nada salía a recibir a la comitiva. Niños, viejos y jóvenes emergían de la arena para recibirnos con una mezcla de curiosidad y alegría. El otro viaje soñado es que espero realizar algún día por esa África subsahariana tan grande como olvidada, quienes han estado por ahí coinciden en que ningún lugar del mundo deja una huella tan profunda en el alma. ¡Desde ya siento nostalgia por los lugares que conoceré!
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