Militancia
A principios de 1977 mi vieja y sus amigas de la “Asociación de Damas de Barrio Córdoba” decidieron terminar con su pasividad de amas de casa y pasar a la militancia política activa apoyando un pre-candidato a la Presidencia de la República en la Convención interna de su Partido, famoso no por sus propuestas o ideología sino por su porte de actor de Hollywood. Por aquella época la sonrisa de Rodrigo Carazo Odio arrancaba suspiros y provocaba desmayos entre las mujeres de Costa Rica no solo por su apariencia sino por su fama de ser el esposo y padre perfecto, era justo lo que necesitaba el país. Así mi madre y sus amigas irrumpieron como guerreras en la tranquilidad de nuestro burgués barrio, tocando puerta por puerta para pedir el apoyo a ese macho (rubio) tan “divino”. A mi tocó recorrer parte del vecindario acompañando a mi vieja, mientras ella hablaba con impecable dicción y anotaba los votos que había casa por casa yo repartía pegatinas y banderas con una sonrisa de oreja a or...