jueves, 9 de julio de 2015

Hablemos de sexo

Hablamos de política, de religión, de fútbol, de arte y todo lo habido y por haber pero nunca de sexo, un elemento central en la vida de todos y que por más que lo neguemos, determina la forma de relacionarnos con los demás y muchas de nuestras acciones y creencias, hay muchos expertos que han llegado asegurar que determina nuestra visión política. Es inútil; por más que intentemos en dejarlo en nuestras alcobas tarde o temprano salta a otros aspectos de nuestra vida. Solteros o casados deberíamos hablar más sobre el tema, no la típica discusión maliciosa del adolescente en su pubertad -que muchos a sus cuarenta años siguen teniéndola- sino un diálogo franco, abierto y maduro sobre todo con la persona con la que compartimos nuestra vida. Para muchas parejas sigue siendo un tema tabú, hablan de todo menos de ese tema, lo dan todo por sentado, por acordado como si fuera una maldición decir qué nos gusta, qué nos disgusta y cómo nos sentimos. Muchas relaciones que se querían con locura se han dejado por no abordar a tiempo el tema: se pusieron de acuerdo en los gastos de casa, en la crianza de los hijos, en las vacaciones pero nunca en el sexo, al final cada uno por su lado y si te vi no me acuerdo. Tendríamos que hablar más del tema y olvidarnos de ideas preconcebidas por arcaicos tabúes o de las expectativas exageradas provocadas por la industria del porno que nos han convertido en eternos insatisfechos siempre deseando que la realidad se parezca a la de las películas, la realidad es otra cosa queridos niños y niñas. En fin, hablemos de sexo.

miércoles, 8 de julio de 2015

Mundo low cost

Quien nos iba a decir cuando comenzó la era de low cost en las líneas áreas que la moda del bajo coste llegaría a todos los aspectos de nuestra vida. Ahora tenemos super mercados low cost, bares low cost, trabajos low cost (para los empresarios obviamente) y relaciones low cost, de usar y tirar. Usted y yo ya no valemos nada,  somos reemplazables y absolutamente olvidables. Hoy en tu oficina no pararán de llamarte a reuniones, de consultarte cosas y de decirte lo importante que eres para la Corporación y tu te sentirás orgullloso. Mañana, gracias al despido low cost, te dirán bye bye adiós y tú, el "imprescindible", el epicentro de las grandes decisiones de la empresa, caerás en el olvido. En una semana no quedará ni rastro de ti. Hoy te aman con locura, eres el centro del mundo de esa persona, mañana te sustituirán por otro, más guapo e inteligente que tú, en menos de una semana serás tan solo un recuerdo, una foto amarilla del álbum de alguien.  Tenlo presente: No, no vales nada. Eres de bajo coste, ya nadie está dispuesto a pagar por ti, eres tan solo una mercancía en un bazar de todo a cien. Bienvenido a la era del low cost

lunes, 6 de julio de 2015

Hasta siempre mi querida atea

Hala, vete tranquila mi querida amiga. Te cansaste del cáncer y de este mundo que no tiene solución. Te vas como viviste, sin perder nunca la dignidad y con la esperanza de que la gente algún día deje de hacer tonterías y vivan como hay que vivir. Te vas con el glamur de siempre, con esa coquetería que a tus años aún te hacían las más guapa de todas. Te vas tan militante como de costumbre, adorable impertinente, siempre con mil preguntas  y con pocas o ninguna respuesta que te dejaran tranquila, "¿Para ti la existencia o no existencia de Dios es problema?" me preguntabas a menudo, al tiempo que me repetías que no habían dos personas tan parecidas como un ateo y un religioso, y que todo era cuestión de hablarlo, como nosotros que de tanto hablar nos habíamos hecho amigos.  Siempre pensaste que a este mundo le hacía falta ser más radical, que había que indignarse más y conformarse menos, que no había que tragar cuentos chinos y que había que luchar contra viento y marea por lo que creías. Hasta siempre mi querida atea, este mundo sin remedio te va a echar de menos.

jueves, 2 de julio de 2015

Los grupos del whatsapp o sáquenme de aquí

Lo confieso: soy de los que se pasan saliendo de los grupos de whatsapp. No por nada personal sino porque siempre los he encontrado muy intrusivos y difíciles de gestionar. La mayoría de grupos con el tiempo van perdiendo su "espíritu original" y se convierten en una suerte de conversación de bazar en las que se habla de todo un poco y en el que tú para enterarte tienes que estar pendiente todo el tiempo. He llegado a estar en grupos en los que la media de mensajes en una hora podría rondar los 500. ¿Quien tiene el tiempo, ganas y paciencia para repasar tantos mensajes para enterarse que el inicio de la conversación fue , por ejemplo, que alguien probó los mejor Gintonics de la ciudad? Los grupos de whastapp son perfectos para actividades concretas, para coordinar un cumpleaños o una salida al campo para todo los demás, para mantener una amena charla de amiguetes siempre recomiendo los grupos de Facebook, más fáciles de gestionar y para el usuario resulta más amigable seguir el hilo de distintas conversaciones. Así que ya sabeis, si me quereis no me incluyais en ningún grupo de whastapp.

martes, 30 de junio de 2015

(Des)Amor

El desamor transita por la misma ruta del enamoramiento pero a la inversa, es el camino de vuelta a casa. Cuando nos enamoramos de la noche a la mañana cambia todo a nuestro alrededor, esa persona que hasta hace poco no existía comienza a ser cada vez  más y más importante al punto que acabamos deseando compartir cada segundo con ella, y si estamos lejos pensamos con ternura en cada detalle de su rostro, su mirada de ángel o esa sonrisa que parece iluminarlo todo y nos hace enterrar miedos y tristezas y nos parece increíble que hayamos vivido tanto tiempo sin conocerla.

Con el des-amor sucede algo parecido:  al principio pensamos en esa persona todo el día,  repasamos con nostalgia las viejas fotografías y nos parece mentira que ya no esté a nuestro lado. Lloramos, pensamos en los "Y si" una y otra vez para caer en cuenta que ya no sirve de nada.  Conforme pasa el tiempo el recuerdo se va haciendo más y más pequeño hasta que un día nos damos cuenta que ya no pensamos tanto en ella o que ni siquiera la pensamos, su presencia se ha difuminado como si nunca la hubiéramos conocido y al final como dice la canción no sabemos "si lo vivimos o simplemente lo soñamos".

....pero vos encontraste la manera una manera tierna y a la vez implacable de desahuciar mi amor con un solo pronostico lo quitaste de los suburbios de tu vida posible"Benedett

miércoles, 4 de febrero de 2015

La era de los muebles

La verdad que con la moda de estas apps para ligar se está volviendo más difícil que nunca tener pareja. Esto de tener el "catálogo" a mano las 24 horas del día nos está volviendo demasiado dispersos y un poco neuróticos porque como el menú es tan variado y gratis -aunque no hay nada en esta vida es regalado- nadie quiere tomar una decisión final, comprometerse hasta no haber probado toda la gama de platillos, estamos padeciendo el mal de nuestro tiempo, lo que los sociólogos llaman el síndrome del FOMO (Fear of Missing Out) el pánico de querer abarcarlo todo con tal de no perderse las últimas novedades sean deportivas, culinarias, cinematográficas o sexuales y que nos impide disfrutar del momento.

De eso he estado hablando mucho con Elena, que descubrió que su prometido "solo por diversión" se pasaba horas chateando con otras chicas. Tras la incredulidad inicial de ver a su chico en esos sitios y en una postura sexy -"que encima le quedaba francamente fatal"- decidió cortar por lo sano y romper con él. No es que sea beata pero dice que le resultaría indigno estar con alguien que mientras está con ella pasa mirando y anhelando todo lo que se está perdiendo, "me sentiría como cuando quieres cambiar de sofá, empiezas a ver todos los catálogos de IKEA esperando a que aparezca la pieza perfecta. Un buen día aparece el de tus sueños, lo comparas con el que tienes y simplemente te deshaces del viejo que nunca te gusto demasiado. Pues eso mismo, no soy un mueble". Cuanta razón...

miércoles, 28 de enero de 2015

La palabra

Si la Biblia cuenta que el mundo fue creado por la palabra es para recordarnos que todo lo que expresamos, de una u otra forma, crea o destruye mundos. Sin ir muy lejos la maquinaria de muerte y destrucción ideada por nazismo fue primero un pensamiento, simples comentarios sin malicia de gente buena -como usted o como yo - en una cena familiar o en una noche de juerga o en el trabajo. Total nada de malo tenía ridiculizar a un pueblo, decir que tenían la culpa de todos los males, que eran distintos a la mayoría, que las cosas podrían ir mejor sin ese otro distinto, ese raro que no encaja en nuestros planes y que con su sola presencia amenaza el status quo. Bromas, charlas, leyendas "inocentes" sobre los "raros" hasta que un día alguien se pregunta si no habría que pasar de teoría a la práctica y dar una solución final a la otredad del otro y todos responden que si. Según los historiadores, a la fecha resulta difícil determinar los responsables directos de toda aquella tragedia pero si nos atenemos a lo que dicen lo sabios sobre la fuerza creadora de las palabras podríamos concluir que de cierta manera fue toda esa gente "honorable" -como usted o como yo- que tímidamente empezó dando rienda suelta a su odio y acabó empuñando armas contra inocentes. Por la palabra empezó todo.

¡Pobre don Edgar!

Durante muchos años a la persona que más lástima le tuve fue a don Edgar, mi profesor de música durante la Primaria. No sé por qué me daba t...