miércoles, 30 de julio de 2025

I do, I do, I do

Aquella vez mi vieja decidió que para la celebración del Día del Padre en casa de mi Tío German había que hacer algo distinto y divertido así que se le ocurrió que ella y sus cuñadas se tenína que disfrazar de chicas sexys, estilo cabaret. Mandó a mi Tío Josema a buscar por todo San Jose revistas de muchachas guapas en bikini y lo mandó a recortar y a pegar las caras de todas las esposas de la familia.

A mí, como era el DJ de las fiestas, me puso como tarea seleccionar alguna música “sensual” para que las chicas hicieran su entrada triunfal en el salón, lo más parecido que encontré a lo que quería me madre fue la canción de Abba “I do, I do, I do” que con su entrada de saxofones daba el pego.

Ese día mi vieja mandó a callar a todo el mundo, me mandó a poner la canción para que entrara el cortejo, en realidad un mini cortejo de ella y sus dos cuñadas más jóvenes que se apuntaban a todo. Mi vieja iba adelante, dando pasitos de baile dandole vueltas a un collar largo, con todas las pulseras y colgantes que le prestó la esposa de mi tío –para ella eso era vestirse sensual-  atrás mis tías políticas con sombrero y alhajas  imitándola en los movimientos.  

Recuerdo las risas de todos y la ternura infinita que me despertó mi vieja por que se veía con el rostro iluminado, como una niña que hace una travesura a la que le llevaba muchas ganas. 

Y así se quedó otra canción más ligada a la memoria de mi vieja, cada vez que le escucho me empiezo a reír, me la imagino bailando y diciéndome que por qué me volví tan serio y aburrido. 


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