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lunes, 27 de julio de 2015

Las cosas que nunca te dije

Al final la gente viene y se va y queda uno con la impresión que quedaron muchas cosas por decirse. Vivimos en un mundo de sobreentendidos, partimos del supuesto que el otro en todo momento sabe perfectamente nuestros sentimientos, que nuestros padres saben que los amamos, que nuestros hijos tienen la certeza que daríamos la vida por ellos o que nuestra pareja sabe que sin ella nuestra vida no tendría sentido. Damos por sobreentendido las cosas más grandes y más pequeñas pero lo cierto del caso es que no siempre las cosas quedan claras y que la gente desaparece de nuestras vidas para siempre sin que todo esté dicho y lo que es peor, con la impresión que nunca las amamos lo suficiente. En mi caso es una de las cosas que más me preocupa:  he tenido la suerte de tener unos abuelos maravillosos que alegraron mi niñez, unos tíos que me consintieron como nadie y que un día se fueron, grandes amigos que marcharon lejos para no volver  y parejas a las que he querido muchísimo y que ya no están a mi lado y no sé si todos ellos supieron lo que significaron para mi y como mi vida cambió por su presencia. Sin su ternura, sin su sonrisa, sin ese abrazo que me dieron en momentos de derrota o alegría mi vida habría sido completamente distinta. Muchos de ellos me acompañaron durante bastantes años, otros tan solo unos meses pero todos dejaron su huella en mi. Así que mis queridos ausentes allá donde estén, no les quepa la menor duda ni por un segundo que siempre los amé.

lunes, 13 de julio de 2015

El amor después del amor

Aunque los boleros digan lo contrario no se ama solo una vez en la vida. Se ama muchas aunque de distintas maneras, claro está si uno lo permite y no se blinda para volver a recorrer el camino. Cuando perdemos a alguien creemos que con ella se va lo mejor de nosotros mismos y que nunca más la vida volverá a sonreírnos, miramos con envidia a esas parejas que parecen amarse con locura y nos sentimos marginados del banquete de la vida, pensamos una y otra vez en nuestro triste sino y que moriremos tristes y solitarios, que alguien encontrará nuestro cadáver a los seis meses, cuando alguien por fin note nuestra ausencia. Sin embargo, cuando uno va acumulando años se va dando cuenta que se puede enamorar y amar con "locura" muchas veces, tantas como uno se lo permita porque la vida fluye, se abre camino aún en las circunstancias más difíciles y el amor es parte de esas energías vitales que mueven el mundo. Eso si, no hay que esperar a vivir el amor después del amor con la misma intensidad y de la misma forma, somos más viejos, nuestra sensibilidad cambia y cosas que hace 10 años nos parecían maravillosas hoy por hoy nos parecen absurdas pero el amor está al acecho no importa la edad que se tenga.

jueves, 9 de julio de 2015

Hablemos de sexo

Hablamos de política, de religión, de fútbol, de arte y todo lo habido y por haber pero nunca de sexo, un elemento central en la vida de todos y que por más que lo neguemos, determina la forma de relacionarnos con los demás y muchas de nuestras acciones y creencias, hay muchos expertos que han llegado asegurar que determina nuestra visión política. Es inútil; por más que intentemos en dejarlo en nuestras alcobas tarde o temprano salta a otros aspectos de nuestra vida. Solteros o casados deberíamos hablar más sobre el tema, no la típica discusión maliciosa del adolescente en su pubertad -que muchos a sus cuarenta años siguen teniéndola- sino un diálogo franco, abierto y maduro sobre todo con la persona con la que compartimos nuestra vida. Para muchas parejas sigue siendo un tema tabú, hablan de todo menos de ese tema, lo dan todo por sentado, por acordado como si fuera una maldición decir qué nos gusta, qué nos disgusta y cómo nos sentimos. Muchas relaciones que se querían con locura se han dejado por no abordar a tiempo el tema: se pusieron de acuerdo en los gastos de casa, en la crianza de los hijos, en las vacaciones pero nunca en el sexo, al final cada uno por su lado y si te vi no me acuerdo. Tendríamos que hablar más del tema y olvidarnos de ideas preconcebidas por arcaicos tabúes o de las expectativas exageradas provocadas por la industria del porno que nos han convertido en eternos insatisfechos siempre deseando que la realidad se parezca a la de las películas, la realidad es otra cosa queridos niños y niñas. En fin, hablemos de sexo.

¡Pobre don Edgar!

Durante muchos años a la persona que más lástima le tuve fue a don Edgar, mi profesor de música durante la Primaria. No sé por qué me daba t...