Se llamaban Maureen, Lidiette, Elsie, Delia, Marielos, Argelis, Ani, Marta y todas tenían en común que eran amigas de mi madre. Algunas no se concieron entre ellas pero mi vieja siempre se alegraba de verlas, de que irrumpieran en su rutina para tomarse un cafecito y contar las últimas novedades del barrio. Si coincidían más de dos en la casa, se armaba una especie de mini fiesta en la que historias de pequeñas tragedias familiares se entremezclaban con chistes picantes, intercambios de recetas, consejos para las plantas y por supuesto, con la degustación de algún licorcito que alguna hubiese traído de casa. A mi me encantaban porque hacían reír a mi vieja y cuando ella reía se reía la vida y yo me ponía contento pensando en que valía la pena hacerse adulto si a pesar del montón de problemas que muchas de ellas tenían -había visto llorar a alguna más de una vez- había un rinconcito para alegría, para la esperanza.
lunes, 10 de mayo de 2021
miércoles, 14 de abril de 2021
Retiro Espiritual
Estoy pensando en eso cuando "descubro" que cuando la gente come hace ruidos muy extraños, unos sorben la sopa rítmicamente, otros mastican como conejos...me empieza a entrar la risa tonta cuando vuelvo a ver a la hermana está con cara de horrorizada, moviendo la cabeza en gesto de un "no" de súplica...cinco minutos después me doy cuenta que los dos estamos aguantando la risa, las lágrimas se nos salen...hasta que ella ya no puede más, estalla en una carcajada, sale de salón con el plato a toda prisa, diciendo que soy el mismo diablo...de nuevo el jolgorio reina en el comedor.
La novicia pasó evitándome el resto del retiro y el último día para darme ánimo me dijo que no tenía que sentirme mal por ser "así" y por las cosas que me pasaban, "a la gente como nosotros siempre nos pasan cosas así, hace unos años en un campamento del convento el velo se me incendió y tuve que salir echando humo y dando alaridos por todo lado buscando agua..y nadie me echó, ni me dijo nada, así que solidaridad total y mucho ánimo mijito".
martes, 13 de abril de 2021
Felicidad a plazos
Desde el Lunes, Doña Haydeé, es decir mi madre, anunció a bombo y platillo que ya era hora de estrenar juego de comedor, que estaba cansada de ver el mismo casi desde el día de su boda y que le habían recomendado una tienda que tenía muebles preciosos y lo mejor de todo, los vendían a plazos, a paguitos como se dice en mi pueblo y que en ese entonces era un sistema "mágico" que al menos en casa nos permitía llevar una vida más que digna: ropa, electrodomésticos, bicicletas, cosméticos hasta el pan de desayuno...a decir verdad en nuestro hogar no había nada que se hubiese comprado al contado.
Así que el sábado me tocó a acompañar a mi vieja a la mueblería. Fuimos en bus, que ni para taxi alcanzaba, y desde que entró se fijó en un juego de comedor enorme, de madera fina y sillas tapizadas verde musgo que le pareció el colmo de la elegancia. ¡Qué diseño de mesa! ¡Qué comodidad de sillas! -decía mientras se sentaba una y otra vez-¡Qué trinchante, finísimo! Se salía un poco de presupuesto pero valía la pena...en dos años se pagaba la deuda y listo, "total que mientras haya trabajo, la plata no es problema".
La llegada de los muebles fue todo un acontecimiento, durante una semana tuvimos un desfile de familiares y amigos que venían a admirar el buen gusto de mi madre. Para ser honesto el juego de comedor era bastante grande y poco lucía en nuestra casa pero mi vieja estaba encantada tanto que fue la peluquería, se puso su vestido de fiesta y le pidió a mi padre que la fotografiara triunfal con los muebles nuevos.
Para ella esos muebles eran una especie de trofeo, tras un período de crisis económica y familiar, de líos judiciales eternos y de inestabilidad laboral por fin podía darse ese pequeño lujo, como señal que -y así fue- comenzaban tiempos mejores, un premio a su resilencia y a sus ganas de echar siempre adelante pasara lo que la pasara. Por fin a mi vieja la vida, a plazos, le sonreía.
viernes, 9 de abril de 2021
Pic-Nic
No recuerdo de que hablaríamos esa vez, seguro de lo siempre, de la infancia de mi viejo, de sus primos y amigos y de paso nos contaríamos alguna anécdota divertida de las que tanto nos hacían reír. Desde mi punto de vista el paseo había sido un completo fracaso porque nada había pasado como lo había planeado...desde el punto de vista de él fue un día maravilloso y durante muchos años pasó diciendo que había sido el mejor pic-nic de su vida porque el bocata estaba delicioso -y esa cerveza en un día de calor le supo a gloria-, porque habíamos pasado riéndonos todo el camino de vuelta -a pesar de casi perdemos el último tren-, porque había estado conmigo -"y con usted se vacila mucho"-, y para colmo con lo que nos sobró nos alcanzó para tomarnos una cerveza en el bar de abajo de casa. "¡Imposible pedir más!".
martes, 30 de marzo de 2021
Pequeñas alegrías
Digamos que ahora vivo -e intento ser feliz- con minúsculas alegrías, que como perlas preciosas atesoro para contarlas a la hora de dormir para sentirme un hombre afortunado: un meme que me hizo reír mucho, la copa de vino que me tomé y me supo a gloria, ese árbol floreciendo que ví de camino a casa y que me hizo recordar que la primavera sabe que siempre la espero en Madrid, esa canción que me puso la piel de gallina, las llamadas de mis hermanas para saber cómo me va la vida, el verme en el espejo y saber que a pesar de todo sigo aquí.
En fin, que como mendigo de la vida, ahora vivo de modestas (minúsculas) alegrías.
miércoles, 10 de marzo de 2021
Marzo de 1981
Mi vida cambió abruptamente aquel marzo de 1981. Tras dos años de estar en un colegio donde no te escupían por ahorrar saliva pero te hacían la vida imposible por no ser lo suficientemente rudo, por fin mis padres escucharon mis súplicas y amenazas y decidieron cambiarme de instituto y con ello transformar por completo el mundo que había conocido hasta entonces.
Era como un sueño estar en un lugar donde nadie se pasaba el día discutiendo quien era el alfa macho quinceañero de cuarta, donde los profesores llegaban en vaqueros y te trataban de tú a tú y un lugar donde uno gustaba, especialmente a las compañeras sobre todo Zeanne, que con su larga melena castaña y su cuerpo curvilíneo era oficialmente el sex symbol del Cole.
Nadie podía entender que tuviera su cuaderno con corazones llenos de ZyG, y mucho menos que rechazara a todos los galanes que a menudo le declaraban su amor por estar detrás de un firuliche miope y torpe como yo. Fue con ella la primera vez en mi vida que fui a un baile y nada menos que en la Facultad de Ciencias Económicas, toda una hazaña cuando tienes 16 años y te ha costado un mundo que tus padres te den permiso.
Ese día, bailando con ella abrazada a mi -yo francamente no sabía como agarrarla- descubrí la importancia de resistir y de esperar tiempos mejores, mientras mis excompañeros de cole seguramente seguirían enfrascados en sus discusiones sobre virilidad y fútbol, ahí estaba yo a la luz de la luna, bailando una balada romántica...iniciando los mejores años de mi vida.
miércoles, 3 de marzo de 2021
Tristeza nacional
¡Pobre don Edgar!
Durante muchos años a la persona que más lástima le tuve fue a don Edgar, mi profesor de música durante la Primaria. No sé por qué me daba t...

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