Los días del Arco Iris

Por eso digo que un arco iris es mucho más que un arco iris. Porque al igual que esta tierra de sangre y fuego, mi vida y la de todos los hombres – que no somos más que un suspiro en la eternidad – recibe de vez en cuando los embates de la tormenta. Sin saberlo surgen problemas, la muerte se burla de nuestras lágrimas y el desamor coquetea descaradamente con nuestra dignidad. Entonces la soledad se apodera de nosotros y la esperanza huye a un planeta solitario.Y aunque nos juramos que “ de esta no vamos a salir”, sigilosamente la alegría –tan subversiva como de costumbre – logra inmiscuirse en nuestro triste sino gracias a una mano que amigablemente se extiende frente a nosotros, de una palabra de aliento o de una sonrisa sincera.
Gestos que como el arco iris a lo mejor no logran borrar por completo las heridas del pasado, pero si anuncian la llegada de tiempos mejores. Quizá sean un recordatorio de que por negro que sea todo a nuestro alrededor, a lo mejor vale la pena seguir luchando. Por eso digo que un arco iris es mucho más que un arco iris, es la firma de un pacto que en el principio de los tiempos el Creador estableció con los hombres tras el diluvio homicida.
Mi abuela contaba que ese día, el Eterno juró nunca más olvidar a los hombres y dejarlos en poder de las tinieblas, y y para demostrar que estaba hablando muy en serio extendió su firma, tanto como pudo, sobre el cielo gris . Así cada vez que las futuras generaciones vieran aquel prodigio, se acordarían de aquel primer día de la humanidad y verían al mismísimo D-s sonriendo y diciendo: “Dejen de aturdirse, el Sol y las estrellas siguen brillando por más densas y negras que sean las nubes”.
Comentarios