Recordar para olvidar

"Hay recuerdos que no necesitan ser llamados y siempre están ahí y muestran su rostro sin descanso. Es el rostro de los seres amados que las dictaduras militares desaparecieron". Una vez más la voz de poeta nos convoca y nos da ese tirón de orejas que de vez en cuando necesitamos para seguir siendo humanos y saber que estamos en deuda con generaciones anteriores cuyo esfuerzo y sufrimiento no debería ser olvidado en nombre de la democracia, la constitución o el interés de “la gente”.
Eso lo sabe bien Gelman que en 1995 le escribía una desgarradora carta a su nieta desaparecida junto a sus padres durante la dictadura argentina, y que gracias al empeño o “necedad” de los que no quieren olvidar, recuperaría años más tarde:
"Me resulta muy extraño hablarte de mis hijos como tus padres que no fueron. No sé si sos varón o mujer. Sé que naciste...
Ahora tenés casi la edad de tus padres cuando los mataron y pronto serás mayor que ellos. Ellos se quedaron en los 20 años para siempre. Soñaban mucho con vos y con un mundo más habitable para vos. Me gustaría hablarte de ellos y que me hables de vos. Para reconocer en vos a mi hijo y para que reconozcas en mí lo que de tu padre tengo: los dos somos huérfanos de él. Para reparar de algún modo ese corte brutal o silencio que en la carne de la familia perpetró la dictadura militar. Para darte tu historia, no para apartarte de lo que no te quieras apartar. Ya sos grande, dije".
¡Felicidades Maestro!
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