miércoles, 14 de abril de 2021

Retiro Espiritual

La suerte quiso que en ese retiro espiritual al que asistíamos un variopinto grupo de personas, la risueña novicia se sentara frente a mi a la hora de almozar. Minutos antes los organizadores nos habían pedido que hiciéramos "ayuno de palabras" para que pudiéramos sentir el influjo divino en la paz y quietud del silencio, reconectarnos con las fuerzas del universo en todo momento.

 La suerte quiso que me sentara precisamente en la silla que tenía las patas flojas, algo de lo que me percaté a los cinco minutos pero por no romper la magia del momento, esa atmósfera de reflexión que se había creado en ese salón en el que estábamos treinta almas, decidí no pararme y salir a buscar otra. Con un poco de suerte si me quedaba quieto, haciendo movimientos mínimos, nada pasaría pero mis cálculos erraron porque conforme pasaba el tiempo las patas comenzaban a ceder y a ceder hasta hacer crack y terminar yo en el suelo, rodeado de las carcajadas de la futura monja y de todos los comensales mientras yo lloraba de risa.

 La suerte quiso que al día siguiente y después de un sin fin de sermones sobre la necesidad de ser discreto cuando nos pasan cosas así y con la firme voluntad de cumplir las normas del  Retiro y no decir ni "pio", me sentara de nuevo enfrente de la novicia que con timidez me sonrió. De nuevo silencio total en la sala, yo comiendo con la vista fija en el plato, sin volver a ver a nadie y sintiéndome culpable de haber echado a perder la comida de ayer.

Estoy pensando en eso cuando  "descubro" que cuando la gente come hace ruidos muy extraños, unos sorben la sopa rítmicamente, otros mastican como conejos...me empieza a entrar la risa tonta cuando vuelvo a ver a la hermana está con cara de horrorizada, moviendo la cabeza en gesto de un "no" de súplica...cinco minutos después me doy cuenta que los dos estamos aguantando la risa, las lágrimas se nos salen...hasta que ella ya no puede más, estalla en una carcajada, sale de salón con el plato a toda prisa, diciendo que soy el mismo diablo...de nuevo el jolgorio reina en el comedor.

La novicia pasó evitándome el resto del retiro y el último día para darme ánimo me dijo que no tenía que sentirme mal por ser "así" y por las cosas que me pasaban, "a la gente como nosotros siempre nos pasan cosas así, hace unos años en un campamento del convento el velo se me incendió y tuve que salir echando humo y dando alaridos por todo lado buscando agua..y nadie me echó, ni me dijo nada, así que solidaridad total y mucho ánimo mijito".

martes, 13 de abril de 2021

Felicidad a plazos

 

Desde el Lunes, Doña Haydeé, es decir mi madre, anunció a bombo y platillo que ya era hora de estrenar juego de comedor, que estaba cansada de ver el mismo casi desde el día de su boda y que le habían recomendado una tienda que tenía muebles preciosos y lo mejor de todo, los vendían a plazos, a paguitos como se dice en mi pueblo y que en ese entonces era un sistema "mágico" que al menos en casa nos permitía llevar una vida más que digna: ropa, electrodomésticos, bicicletas, cosméticos hasta el pan de desayuno...a decir verdad en nuestro hogar no había nada que se hubiese comprado al contado.

Así que el sábado me tocó a acompañar a mi vieja a la mueblería. Fuimos en bus, que ni para taxi alcanzaba, y desde que entró se fijó en un juego de comedor enorme, de madera fina y sillas tapizadas verde musgo que le pareció el colmo de la elegancia. ¡Qué diseño de mesa! ¡Qué comodidad de sillas! -decía mientras se sentaba una y otra vez-¡Qué trinchante, finísimo! Se salía un poco de presupuesto pero valía la pena...en dos años se pagaba la deuda y listo, "total que mientras haya trabajo, la plata no es problema".

La llegada de los muebles fue todo un acontecimiento, durante una semana tuvimos un desfile de familiares y amigos que venían a admirar el buen gusto de mi madre. Para ser honesto el juego de comedor era bastante grande y poco lucía en nuestra casa pero mi vieja estaba encantada tanto que fue la peluquería, se puso su vestido de fiesta y le pidió a mi padre que la fotografiara triunfal con los muebles nuevos. 

Para ella esos muebles eran una especie de trofeo, tras un período de crisis económica y familiar, de líos judiciales eternos y de inestabilidad laboral por fin podía darse ese pequeño lujo, como señal que -y así fue- comenzaban tiempos mejores, un premio a su resilencia y a sus ganas de echar siempre adelante pasara lo que la pasara.  Por fin a mi vieja la vida, a plazos, le sonreía. 


viernes, 9 de abril de 2021

Pic-Nic

Aquel día de verano yo estaba disgustado. Había planeado llevar a mi padre a Cercedilla, para que viera el paisaje de la Sierra madrileña pero tras bajarnos en el destino final no hubo forma de encontrar la ruta adecuada así que acabamos perdidos en una urbanización y sin más remedio que sentarnos en el primer descampado que encontramos a comernos un bocata de queso y brindar con una lata de cerveza que habíamos comprado en un chino porque por más que buscamos en nuestros bolsillos no nos alcanzaba para entrar en un restaurante y probar uno de esos menús que nos habían hecho la boca agua cuando pasamos por el centro del pueblo. 

 No recuerdo de que hablaríamos esa vez, seguro de lo siempre, de la infancia de mi viejo, de sus primos y amigos y de paso nos contaríamos alguna anécdota divertida de las que tanto nos hacían reír. Desde mi punto de vista el paseo había sido un completo fracaso porque nada había pasado como lo había planeado...desde el punto de vista de él fue un día maravilloso y durante muchos años pasó diciendo que había sido el mejor pic-nic de su vida porque el bocata estaba delicioso -y esa cerveza en un día de calor le supo a gloria-, porque habíamos pasado riéndonos todo el camino de vuelta -a pesar de casi perdemos el último tren-, porque había estado conmigo -"y con usted se vacila mucho"-, y para colmo con lo que nos sobró nos alcanzó para tomarnos una cerveza en el bar de abajo de casa. "¡Imposible pedir más!".

Dancing queen

 Allá por los años ochenta en Costa Rica pasaban por la tele un anuncio en el que una chica vestida como para una clase aerobic bailaba sola...