Él nunca sabrá que ella estuvo a su lado día y noche, que le besaba tiernamente la frente y le susurraba al oído palabras de amor. Nunca sabrá que lo miraba con dulzura mientras estaba sumido en un profundo coma, que hacía bromas sobre su buen aspecto con otros pacientes, que siempre llegaba maquillada, perfumada y con su mejor vestido como si se tratase de la primera cita, que lo miraba con coquetería y que de vez en cuando lloraba en silencio mientras sostenía su mano. Nunca sabrá que pasaba noches enteras sin dormir, que vigilaba a médicos y enfermeras con «no me lo maltrate mucho», que corría desesperada por los pasillos del hospital para conseguir morfina, que contra viento y marea siempre esperó que despertara, que lloró a mares el día que murió. Nunca sabrá que lo amó más que nada en el mundo.
Juan murió de cirrosis una día antes de que yo abandonara el hospital. Mientras estuvo hospitalizado su esposa nunca se separó de su lado.
viernes, 25 de abril de 2014
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Adiós querida lectora
Comenzamos a saludarnos de tanto vernos en la noche madrileña. A mí me llamaba la atención porque no cuadraba en nada con el estereotipo de...

-
Arik, el padre de Ruth Pérez, una chica con parálisis cerebral y distrofia muscular, decidió darle una sorpresa y llevarla al Festival Nova ...
-
Mi fama de chico bueno durante mi juventud me convirtió en la coartada perfecta cuando mis amigos querían portarse mal porque parecía que ...
-
El otro día me encontré en el armario la camisa del último uniforme de colegio que usé, estaba firmada por un montón de compañeros del Lic...